El zapallazo (La previa)
Vamos a empezar esto con un halo de optimismo. Yes we can,
como decía el presidente simpático y bronceado del norte. Creo que muchos de
nosotros tenemos un complejo de inferioridad importante. Mirá si me van a
aceptar en tal universidad?! Mirá si me van a dar la visa de trabajo para tal
país!? Mirá si voy a entrar a estudiar en la NASA?!
Bueno, vamos a romper un mito. Puedo decir que en Argentina
tenemos la calidad profesional y académica suficiente como para sentirnos
cómodos en cualquier parte del mundo. Ojo, que esto no se entienda mal. No
hablo de la “argentinada” de creernos que nos las sabemos todas. Me refiero a
la gente que estudia y se esfuerza, que trabaja y disfruta lo que hace. Si
cumplen esas premisas, se puede llegar a cualquier lado. Falta proponérselo.
(Ok, eso rozó peligrosamente un consejo de Stamateas, quiero morir)
Cuando apliqué a SU tirándome un lance, tirando un zapallazo
a ver si la pegaba. Tenía un sentimiento encontrado. Un día me levantaba
diciendo “mirá si me van a elegir entre 80 tipos de todo el mundo! Quién soy
yo? Qué tengo de especial?” y, al otro día decía, “tengo credenciales por sobre
el promedio, por qué no yo?”. Parece que después de idas y vueltas, la cosa se
pareció más mi día optimista que al día pesimista.
Creo que este paso es estar surfeando la cresta de la ola.
Tiré un zapallazo y pegué. La pregunta que me incomoda ahora, que todavía no
empecé el curso es: y después qué?
AR
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