Experiencias personales (no clases) sobre GSP12. Singularity University por AR.
jueves, 24 de enero de 2013
Flashback de SU
No sé bien por qué ni como pero todavía tengo flashes de SU
como si los hubiera vivido ayer. De hecho, casi todos los días recuerdo cosas
que no recordaba el día anterior. Algo así como que mi cerebro todavía está
decantando o tratando de procesar la cantidad de información absurda que recibí
hace seis meses.
Últimamente aparece de manera recurrente una de las tantas
situaciones raras que sucedieron en esas diez semanas: el día que tuvimos la
primicia que un cónclave de científicos había concluido que los animales tienen
conciencia. Es algo que yo siempre lo tomé como un hecho. Pienso que todos los
que alguna vez tuvimos un perro lo sabíamos, aunque sin poder explicarlo
demasiado bien. El punto, igual, no es el tema de la existencia (o no) de la
conciencia animal. La anécdota es cómo se dio la situación.
Era una de las
tardes que teníamos todas clases de neurociencias, promediando la semana 7 u 8,
ya todos bastante cansados. Uno de los oradores estaba retrasado. Su avión,
proveniente de Londres, no llegaba. El día estaba previsto que finalice a las
17hs y, siendo las 18, este buen hombre (de quién no recuerdo el nombre) no
aparecía. El jefe de profesores de neurociencias nos insistía para que nos quedáramos, que era único lo que íbamos a escuchar en esa charla. Cerca de las 19, cae un tipo de traje, totalmente desalineado, con una valija de las de
carry-on y se sube al escenario.
Agitado, tomando un poco de agua, balbucea algo así como “Les
tengo una noticia que va a revolucionar la ciencia”. Saca un papel arrugado,
una birome y una copa de champagne de su valija, al mejor estilo Mery Poppins y
dice:
“Con esta birome acabo de firmar el acta en la Universidad de Cambridge,
frente a Stephen Hawking, que declara que los animales tienen conciencia. Y
esta es la copa con la que brindamos luego de ponernos todos de acuerdo”.
Seguido a ello, nos leyó el acta recién salida del horno y abrió el
juego para preguntas y respuestas al respecto.
Como dije, la conciencia o no de los animales no es la
anécdota en sí. Creo que sólo en SU puede pasar que viene un tipo de Londres,
con una declaración firmada hacía horas en la Universidad de Cambridge, frente
al gran Hawking a spoilerea material científico de ese tenor.
Cuando uno está estudiando en un ambiente internacional, hay
gente que decide quedarse y personas que deciden volver a sus países. Entre
esas personas surge lo que acabo de bautizar la teoría de los dos cobardes.**
Los que se quedan buscando grandilocuencia y proyectos infinitamente
importantes para la humanidad, buscando el reconocimiento de las grandes mentes
del momento, ven a los que se vuelven como cobarde-mediocres. Personas que
tienen miedo a ser grandes, personas que no les da el cuero para quedarse y
producir avances que cambien el juego.
Por otro lado, los que vuelven muchas veces ven a los que se
quedan como personas que privilegian su ego, prefiriendo figurar en alguna
patente importante antes de dar su saber a los suyos. Esos son los ególatras
cobardes, los que tienen miedo de volver porque creen que triunfar en sus
países no es triunfar.
De manera análoga, en los países como la Argentina, cuando
una persona viaja al exterior para estudiar (en general a EE.UU. o a Europa),
comienza el rumor de “este no vuelve” y cuando vuelve empiezan las teorías sobre
por qué lo hizo. Encuadrando a los que vuelven en la figura del cobarde-mediocre.
Relacionado a esto, en una de las tantas charlas nocturnas con
vino de por medio que tuve, Salim, uno de los socios de la universidad,
filosofaba sobre la diferencia entre decidir y elegir. Su punto era que cuando
uno elige descarta. Si la pregunta “¿Por qué elegiste X en vez de Y?” tiene
una respuesta, es elección. Si no la tiene, es decisión Mas allá del
significado de un u otra, la diferencia principal es que ante un cambio en las
razones de la elección esta se cae rápidamente. La elección es más débil que la
decisión. La decisión, como no tiene razón concreta, sólo tiene pasión, es más
difícil, si no imposible, de romper.
Hoy es el último día que estoy en Singularity University
(SU), en pleno Silicon Valley, la tierra donde absolutamente todo es posible y,
de nuevo, decido volver. Por trabajo o por estudio tuve la oportunidad de vivir
en el exterior varias veces y siempre volví. Cada vuelta cargaba el temor de
ser un cobarde mediocre. Esta vez no. Esta vez, no sé si de tanto ir y venir o
porque SU realmente cambió algo en mi
manera de ver el mundo, estoy convencido que tengo que volver. Por más buena o
mala que sea mi ciudad, por más próspera o decadente que sea la situación de mi
país, lo que haga, lo voy a hacer allá. Allá donde están mis amigos, donde
están mis hermanas, mis sobrinos, mi gente. Que no se malinterprete. No es
melancolía tanguera, es convicción. No elegí volver, decidí volver.
Alejandro J. M. Repetto
@ajmrepetto
** Ayer hablando con una de las personas más interesantes que conocí acá, le comenté sobre esta teoría y me dijo que la mire del lado positivo y la llamara la teoría de los dos héroes. Perdón, Maayke, prometo ser más optimista la próxima. Sabés que tenés alguna responsabilidad futura para que pueda lograrlo.
jueves, 23 de agosto de 2012
Contá Bien!
Anécdotas que dan par historias pero no sé cómo enmarcarla. ¡Contá
bien!, diría un filósofo contemporáneo.
Ideas Fight Club
En los últimos TED Global se implementó una modalidad
divertida llamada “Ideas Fight Club”, ideado por Jonathan Knowles, director del
track de diseño de Singularity. Consiste básicamente en dos equipos que debaten sobre el mismo
tema con ideas opuestas. Pero, en vez de ser un debate convencional, con una
mesa y botellitas de agua para cuando se le seca la garganta a los oradores, se
hace como si fuera una puesta en escena de catch mexicano. Los contendientes de
disfrazan tipo super héroes y hay un juez, a lo William Boo – QEPD – y hasta un
médico que, ante un comentario fuerte entra a chequear signos vitales y asistir
al caído.
Brad Tempelton contra el diseño.
Se imaginarán que de por sí el hecho constituye una
anécdota. Las peleas que tuvimos en SU fueron sobre la importancia del diseño,
las bondades de la medicina paga vs la medicina gratuita, la existencia o no del libre albedrío, la existencia de dios y la posibilidad de trabajar por placer y
no por necesidad. Todos, recuerden, caracterizados con máscaras, trajes,
pelucas y cosas por el estilo.
Entre los disfraces más llamativos estaba Brad Tempelton
(uno de los gurúes de la informática y jefe del track de redes en Singularity
Universty) vestido con una capa roja y una máscara de catch. Jonathan vestido
con su clásico kilt escocés y un mandoble de más de un metro de largo, y otros tantos que se me dificulta describir.
En resumen, era una banda de unas 80 personas disfrazadas discutiendo ideas
fundamentales sobre la que se basa nuestra sociedad, todo muy cuerdo.
Sin embargo, esa no es la anécdota. Lo mejor sucedió cuando
prendieron la máquina de humo, como parte de la escenografía y se disparó la
alarma contra incendios. En menos de 2 minutos teníamos dos autobombas y
estábamos evacuando el edificio. El momento clave fue, sin duda, el instante en
el cual David, el CEO de Singularity, intentaba explicarle al jefe de bomberos qué
estaba pasando.
Se apagó la alarma, dejamos de usar la máquina de humo y
todo volvió a la normalidad: disfrazados discutiendo sobre filosofía y tomando whisky provisto amablemente por Deward's.
El tiburón de Cousteau
Última imagen del tiburón volador.
Entre los sobresalientes presentadores que tuvimos, uno de
los más impactantes fue Jean Michel Cousteu, el hijo del famoso Jacques. Más
allá de su brillante charla sobre ecología marina, que debo decir que por
primera vez una charla de ecología me llega, lo mejor que pasó es que se nos
escapó un tiburón volador por la ventana. Así como lo leen.
Sobre el final de la charla, algunos eternos niños, entre
los que se incluía Brad, se pusieron a jugar con 2 tiburones inflables que se
manejan a control remoto. Casi como giñando el ojo a Cousteau y su apego por el
mar. La cuestión es que por un error de cálculos y, quizás, alguna falla en el
control remoto del tiburón celeste se fue por la ventana del salón de clases.
Vale recordar que estamos en un campo federal con espacio
aéreo restringido por lo cual David, el CEO de SU, de nuevo se vio en la
incómoda situación de tener que llamar a la FAA (controladores aéreos de
EE.UU.) y avisar que el objeto volador extraño que vagaba por Ames era sólo un
tiburón lleno de helio con un transmisor de alta frecuencia para controlar sus
aletas.
Nunca más volvimos a saber de ese tiburón. La gente reclama aparición con vida y castigo a los responsables.
Otras
Cosas como estas pasan todo el tiempo. De hecho, mientras
escribía este post, acaba de pasar uno de los faculties con una cámara gigante,
un parlante en el que sonaba “Don’t stop me now”, de Queen, haciendo la mímica
de la canción.
Cuando vuelva el mundo me va a parecer aburrido.
Alejandro Repetto
@ajmrepetto
PS: Espero haber contado bien. Aunque las anécdotas en general son más graciosas para el que las vive que para el que las escucha.
domingo, 19 de agosto de 2012
El principio del fin.
Cerrando la semana nueve de las diez semanas del programa,
se terminaron las actividades. Ya se presentaron los proyectos y acabaron las
clases formales. La semana diez es la llamada “semana de transición”, donde
intentarán volvernos a la realidad.
Nos separaron de la vida terrenal por nueve semanas,
llevándonos a un mundo donde todo es posible. Un mundo donde somos omnipotentes,
donde en un abrir y cerrar de ojos se pueden resolver los problemas más complejos
de la humanidad. Donde la tecnología nos hace felices a todos y cada uno
persigue su propia pasión.
El problema más complejo que se presenta ahora para todos es
explicar qué hicimos acá. Nadie está demasiado seguro sobre lo que pasó en
estas nueve semanas. ¿Qué aprendimos? ¿Qué cambiamos? ¿Cómo vamos a seguir? Estuvimos
diez semanas en la Isla de Lost (y para los que estuvieron en Ames alguna vez
sabrán que se parece bastante). Vamos a tener repetir la historia una y otra
vez por los próximos meses. Probablemente, con el paso del tiempo, este sea un
buen ejercicio para entender qué pasó acá. Lo seguro es que todos volvemos un poco
distintos. Y, a riesgo de caer en declaración de participante de reality show,
Singularity te cambia la manera de mirar el mundo. Este cambio tiene un lado
muy positivo y otro no tanto, como todo cambio.
El positivo es que todos salimos con un envión importante,
convencidos a perseguir nuestros objetivos, sean cuales fueren. Emprendedores,
empresarios, tecnólogos, diseñadores, políticos, todos con ganas de triunfar.
Triunfar no sólo por el triunfo en sí, sino porque nuestro triunfo va a llevar
a mejorar la vida de otros tantos. La visión de SU le da contenido al triunfo y
soporte al camino para lograrlo.
La parte negativa, aunque parezca una pavada, es que te roba
la capacidad de asombro. Alcanzamos un conocimiento tecnológico que va a ser la
probabilidad de que surja algo que nos asombre es realmente baja. Codearnos con
robots, hablar de medicina del futuro, pensar cómo imprimir ADN, ver cómo
mejorar sistemas de inteligencia artificial o nuevos modelos de negocio dejarán
de ser un tema de sorpresa.
Ninguno de los participantes del curso tiene aún conciencia
de todo lo que aprendimos. El conocimiento irá decantando en los próximos
meses. Nos pasarán cosas raras, como encontrarnos hablando de nanotecnología
naturalmente sin saber muy bien de dónde vino el conocimiento (como ya nos ha
sucedido).
Lo mejor, sin embargo, está por venir.
Alejandro Repetto
@ajmrepetto
PS: En relación a las cosas raras que pasan en SU, tengo que
contar esto. Cuando no tengo nada a mano para anotar cosas importantes
normalmente lo hago en mi teléfono. Hoy a la mañana abro mi teléfono y tenía
una nota que decía “Sales en el suelo. El perclorato es más reactivo”. Estuve 3
hs pensando hasta que recordé por qué había anotado eso. Y vale aclarar que
ayer no me pasé de copas ni nada por el estilo. Cosas como esta pasan a diario
en SU. Hay una cantidad de conocimiento enorme dando vueltas esperando a ser
usado. La importancia del perclorato se las contaré en otro momento.
Esto está cabeza a cabeza con lo que le pasó a un compañero
de equipo, que cuando se despertó se había mandado un mail a sí mismo diciendo “¿Los
robots pueden criar perros? Preguntarle a Dan Barry”. Nunca registró el momento
en el que él se mandaba un mail.
jueves, 2 de agosto de 2012
No quiero ser como Venezuela
Durante las reuniones de proyecto tenemos el gusto de poder invitar a personas relevantes en el area de estudio. En una de las tantas que tuvimos nos reunimos con Iruña Urruticoechea, una venezolana que lucha contra Chavez off-shore, expulsada por el gobierno “democrático” de este buen hombre.
La reunión se daba con normalidad, nosotros comentando nuestro proyecto, ella hablando de su trabajo. Contándonos cómo se fue perdiendo la democracia en Venezuela, cómo aumentó el crimen, y cómo tuvo que pedir asilo político para sus hijas que estaban constantemente amenazadas de muerte por el sistema. La mesa estaba conformada por ella, su hija, mi equipo algunos alumnos de SU y algunos profesores.
Uno de los profesores, de origen holandés, contó que tenía una prima venezolana que hacía años que no sentía de ella. Que le llamaba mucho la atención porque eran pariente cercanos y, lo último que sabía es que estaba involucrada en política contra el gobierno. Iruña, en no más de 5 minutos, agarró su notebook y le dio la noticia. Su prima había sido asesinada de dos tiros en su departamento. Nada había sido robado. Simplemente había aparecido muerta y nadie había investigado.
Una cosa es que te digan “hubo 25.000 muertos desde que asumió Chavez”, tema que se repitió una y otra vez durante la charla y era un número que pasaba sin mayor atención, y otra es que alguien que está almorzando con vos se entere que uno de esos 25.000 era la prima con la que se había criado. La mesa se quedó en un silencio complicado.
En lo personal me llené de vergüenza ante la noticia. Pensé inmediatamente en nuestra presidente cuando viva a este personaje nefasto, en nuestro eruditos profesores de periodismo de la Universidad de La Plata cuando lo galardonan como héroe o en el batallón de idiotas útiles que cree que está haciendo algún tipo de revolución cuando lo único que está haciendo es esclavizando a su pueblo, llenándolos de miseria mientra algunos pocos se comen las regalías petroleras. Dime con quién andas y te diré cómo eres.
Infórmense antes de opinar, piensen ante de votar. Siempre se puede estar a favor o en contra, pero dentro de límites razonables.
lunes, 30 de julio de 2012
Run Forest, Run
Transformada en tradición de SU, iniciada por José “Energy”
Cordeiro, uno de los faculties más delirantes de la universidad, todos los años
los participantes del GSP asisten a la maratón de San Francisco. Casualmente,
esta maratón se realiza el último domingo de julio y coincide con el curso.
Podría decirse que es una tradición más que sana, sino fuera porque el objetivo
lejos está de ser una cuestión de salud. El objetivo es obtener la medalla sin
correr.
José tiene el circuito planeado que repite año tras año
desde el 2009. La organización comienza un mes antes, casi junto con el curso,
con el diseño de la remera de la maratón de la universidad. Se hacen varios
diseños, se elije uno y se manda a imprimir para que esté lista el día D.
El día comienza muy temprano a la mañana, a las 6.00 AM se
parte y se hace un circuito por la ciudad sacándose fotos con los carteles de
SU. Alrededor de las 9.00 AM se llega a uno de los extremos del Golden Gate,
único momento en el que, el que quiere, corre. Ahí son un poco más de 6Km donde
se disfruta un poco el paisaje, pero el objetivo es transpirar para dar el
golpe final.
A las 11.00 AM se llega al punto final de la maratón, en auto
claro está, y comienza la aventura. La idea es que hay que correr por el borde
en dirección contraria hasta encontrar la oportunidad de saltar el cerco, sin
que te vean los organizadores, y sumarse a la masa de cansados maratonistas. Cometido el ilícito, hay que perderse en la multitud, dispersarse para que no
parezca tan obvio y, al llegar a la meta, hacer como si llegase con el último
aire para hacerlo más realista. Si todo sale bien, voilá, lo galardonan con una
medalla que dice “Worth the hurt”, es decir, el dolor vale la pena.
Al cruzar la meta, la gente te saluda, te viva, te da
palmadas en la espalda y te admira. Casi como si hubieras corrido los 42km. En nuestra
defensa diré que, dado que somos una masa de 80 nerds, correr 8 km es como que
una persona normal corra 168km. Así que la medalla y la admiración está más que
merecida!
martes, 24 de julio de 2012
Afectar positivamente 1 billón de personas: Romper
el Sistema.
“Creo que con el tiempo merecemos no
tener gobiernos”. Jorge Luis Borges
Como en un remolino, esto se acelera
cada vez más. Promediando la sexta semana de curso parece que en vez
de estabilizarse o, aunque sea, acostumbrarse al ritmo, el trajín de
SU te lleva puesto. La semana pasada empezaron los proyectos de
equipo, tuvimos 12 módulos de clase, 2 workshops, 3 firesides, la
jornada de super coaching (sobre la que todavía hay repercusiones),
visité los HQ de HP y de Google, tuvimos un sábado de unconference
y, para cerrar, la cultural night de Asia y Medio Oriente. Todos los
días empezaron a las 9 y terminaron cerca de las 22. El domingo
libre, aproveché para ir al museo de la historia de la computadora.
El proceso para formar los equipos de
proyecto fue, básicamente, que no había proceso. Cada quién se
juntaba con quién le parecía para tratar el tema que más le
gustaba. La única bajada es que los equipos tenían que ser de entre
cuatro y seis personas. La no-estructura del proceso sacó a al luz
varias personalidades: los que parecía como que conspiraban a ver en
qué grupo se quedaban, los que tomaron el proceso como un “let it
be”, los que se juntaron con los más amigos y los que se juntaron
porque tenían una visión u objetivo común. Yo me incliné sobre el
objetivo, pero sin preocuparme mucho, sabía que iba a formar un
grupo de trabajo interesante.
Tenía claro que quería trabajar o en
algo relacionado con biotecnología/medicina o en algo relacionado
con política. Finalmente, y quizás siempre pensando en volver, me
decidí por la política. Formamos un grupo para trabajar sobre el
tema transparencia/corrupción buscando la manera de romper el
sistema actual. En el equipo somos cinco: un americano hijo de
indios, una brasilera, una holandesa y una inglesa. Todos con
perfiles muy diferentes pero todos con ganas de cambiar las cosas.
Venir con ideas disruptivas, que
revolucionen el mundo, cuando se trata con temas directamente
relacionados con la tecnología, parece ser un poco más fácil.
Ahora, tratar de cambiar el sistema en el que vivimos hace un par de
cientos de años, dándonos cuenta que tal como está claramente no
funciona, requiere algún esfuerzo adicional. Analizar el sistema
donde uno nació y vivió toda la vida cuesta más de lo que parece e
intentar romperlo sin caer en la tentación de arreglarlo, más aún.
Empezamos pensando que el problema de
la corrupción era un problema de información. Después caímos que
cualquier ciudadano (hablando siempre de democracias) abre el diario
y vé quién roba y cómo lo hace y, sin embargo, no hacen nada para
cambiarlo. Fuimos por el lado de la accesibilidad, la facilidad o las
herramientas que tenemos para poder accionar sobre las cosas que
funcionan mal en nuestras sociedades... de nuevo falló, otra red
social para unir personas para accionar o herramientas que permitan
acceder a quejas o algo así hay mil y no funcionan. Después de casi
diez días de reunirnos, pensar, charlar, salir a comer, tomar algún
buen bourbon o alguna cerveza parece que llegamos alguna hipótesis.
La idea marco es que hay con el actual
sistema democrático el ciudadano común, el que trabaja, el que paga
sus impuestos, no tiene noción de cómo las decisiones políticas lo
afectan. Cuando en un diario sale “Cristina (por poner un nombre al
azar) se robó 10 millones de dólares”, parece como que la plata
que se robó pertenece a otro... a alguien llamado estado, eso que
somos todos pero no es nadie. Asimismo, parece como que poca gente
tiene noción o puede imaginar el impacto de esos montos en la
economía de todos los días. El problema, entonces, no es que la
información falte o que la gente quiera hacer algo y no pueda, es
que simplemente no tiene idea de cómo ese problemita afecta sus
vidas. ¿Qué hacer con esto?
Todavía nos falta mucho, pero ahora estamos explorando en el largo plazo a ir
hacia una democracia directa. Las democracias representativas hacen
que los representantes tengan demasiado poder como para poder manejar
el total de la información que los ciudadanos usan para volver a
elegir a los mismos representantes, entrando en un círculo vicioso.
Nuestro objetivo es romper ese círculo vicioso en el cual caímos
por la lógica implementación de un sistema que, a fin de cuentas
fue inventado para cuando los ciudadanos eran unos pocos y no uno
cuantos millones. Los griegos quizás tenían razón, pero Borges
también, la democracia, tal como está ahora, es un uso abusivo de la
estadística. Hay varios lugares donde se está aplicando o intentando aplicar y los resultados son dispares. Está el ejemplo de Icelandia, Suiza (a nivel Cantón) y algunas provincias de Alemania. Ningún sistema es la panacea, pero aprovechando la tecnología, en el mediano/largo plazo
se puede apuntar a un nuevo modelo de representación/ejecución, no sin antes pasar una
serie de pasos importantes que incluyen educación ad-hoc y cambio de
mentalidades.
No les voy a contar todavía la idea de cómo hacerlo, en este post va sólo el objetivo. El primer paso, sin embargo, parece que sería analizar más en detalle el ciclo decisión->acción-> impacto.Me encantaría oír
sus ideas al respecto. Y, a riesgo de ser clasificado como manguero,
me sería muy útil que difundan y critiquen la idea. Como dice un
amigo, be social, share!
AR
PS: esto no puede terminar de otra manera que no sea con los Sex Pistols.